Motín de los Cipayos

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 18 octubre 2022
Disponible en otros idiomas: inglés, francés, urdu
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The Recapture of Delhi (by Bequet Freres, Public Domain)
La reconquista de Delhi
Bequet Freres (Public Domain)

El Motín de los Cipayos de 1857-8 (también conocido como Rebelión de los Cipayos, Motín de la India, Levantamiento o Primera Guerra de Independencia de la India) fue una rebelión fallida contra el gobierno de la Compañía Británica de las Indias Orientales en la India. Inicialmente fue un motín de los soldados indios (cipayos) del ejército de la Compañía, pero el movimiento se extendió hasta convertirse en una rebelión más amplia que involucró a un amplio espectro de la población india en ciertas regiones.

La rebelión se logró reprimir, pero el vencedor fue también su víctima inmediata, ya que el Estado británico disolvió la Compañía y asumió el gobierno de sus posesiones en la India. Los agravios que provocaron la rebelión y los actos de violencia perpetrados por ambos bandos marcarían las relaciones anglo-indígenas durante el siglo siguiente y posteriormente.

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El nombre del motín

La propia denominación de los traumáticos sucesos de 1857-8 ha cambiado con el tiempo a medida que los historiadores coloniales han ido adoptando otros más neutrales, que a su vez han sido cuestionados por escritores con una agenda nacionalista, en ambos bandos. Está claro que los acontecimientos implicaron mucho más que a simples soldados descontentos de la Compañía y que por ello pasaron de ser un motín a una rebelión más amplia. Una parte importante de la población de la India en zonas clave estuvo directamente implicada y, en este sentido, fue una verdadera rebelión o levantamiento popular. Por otro lado, muchos indios permanecieron leales al statu quo o, como fue el caso de varios estados principescos, se mantuvieron neutrales.

Los cipayos tenían varios reclamos que no se estaban solucionando con las protestas pacíficas.

La mayoría de los historiadores están de acuerdo en que los acontecimientos de 1857-8 no pueden describirse como un verdadero "movimiento nacional por la independencia" por la sencilla razón de que no había una única nación india en ese momento. Tampoco existía una coordinación real entre los diversos grupos de manifestantes, que tenían objetivos diferentes, aunque muchos de ellos puedan describirse a grandes rasgos como anticoloniales. Por otra parte, los participantes procedían de todos los sectores sociales, por lo que, en este sentido, el levantamiento tuvo un carácter "nacional". En todo caso, el debate sobre cómo llamar exactamente a los sucesos de 1857-8 ilustra las complejas tensiones existentes en la India, tanto antes como durante y mucho después de que se disiparon. Como resume el historiador I. Barrow: "Lo que fue la rebelión (y lo que significó posteriormente) es uno de los grandes debates de la historia imperial británica y del sur de Asia" (116).

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East India Company Trooper & Sepoy
Soldado y cipayo de la Compañía de las Indias Orientales
Unknown Artist (Public Domain)

Los cipayos en el ejército de la Compañía

Aunque la Compañía de las Indias Orientales se estableció como una empresa comercial, desde mediados del siglo XVIII empleó su propio ejército para proteger sus intereses y ampliar sus posesiones territoriales. A partir de 1765, solo los británicos podían tener rango de oficial en las fuerzas armadas de la Compañía, pero la mayor parte de la tropa estaba formada por soldados indios. Estas últimas tropas fueron conocidas primero como peones y luego como cipayos, denominación que surge a partir de una modificación del término persa sipahi. Los cipayos superaban con creces a los soldados europeos. La proporción media de tropas indias con respecto a las británicas en los ejércitos de la Compañía en el siglo XIX era de aproximadamente 7 a 1. Muchos indios se alistaron en la Compañía por una paga mejor que la posible en otros lugares y como una oportunidad de mejorar su estatus en la sociedad india tradicional. Depender de un número tan elevado de soldados indios era un riesgo para la Compañía, pero un riesgo que tenía que asumir dadas las dificultades para reclutar soldados británicos y atraer a hombres con experiencia para que desertaran del ejército británico regular. Los cipayos estaban bien entrenados y equipados, y ayudaron a la Compañía a expandir su control por toda la India, especialmente tras las cuatro guerras anglo-mysore (1767-1799) y las dos guerras anglo-sijas (1845-1849). En el momento del Motín de los Cipayos, la Compañía contaba con unos 45.000 soldados británicos y más de 230.000 cipayos.

Causas de la rebelión

Las principales causas del Motín de los Cipayos pueden resumirse de la siguiente manera:

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  • Los cipayos estaban descontentos con la desigualdad salarial respecto a los soldados británicos.
  • Los cipayos desconfiaban de que los cartuchos de los rifles utilizaran grasas animales que no podían tocar como parte de sus creencias religiosas.
  • La falta de voluntad de los cipayos para servir en el extranjero.
  • Los príncipes indios habían perdido sus estados o tenían que pagar altas tasas de protección a la Compañía.
  • Una población sobrecargada de impuestos.
  • Preocupación porque las prácticas culturales tradicionales indias estaban amenazadas.
  • Preocupación por las industrias manufactureras tradicionales indias que se enfrentaban a la competencia desleal de las importaciones de la Compañía.
  • El esnobismo británico y el racismo institucional.

Los cipayos tenían varios reclamos que la Compañía no estaba solucionando, a pesar de las protestas pacíficas. Desde 1806 se habían producido varios levantamientos a pequeña escala, pero habían sido sofocados sin contemplaciones. Los cipayos no estaban contentos con el hecho de que recibían un pago mucho menor que el de los soldados británicos de la Compañía. Tampoco se habían aumentado los salarios de los cipayos durante más de 50 años, lo que significa que en términos reales su paga había perdido la mitad de su valor desde 1800. Los soldados indios tampoco estaban contentos con la obligación de servir fuera de la India, que obligaba a los hindúes a realizar costosos ritos de purificación, ni con el racismo institucional que les impedía llegar a ser oficiales. La gota que colmó el vaso fue la introducción obligatoria de cartuchos engrasados para los fusiles Enfield. La grasa animal de cerdo o vaca ofendía las creencias hindúes y musulmanas, ya que los cartuchos debían prepararse con la boca (casualmente la grasa no procedía de ninguno de estos animales tabú). El rumor de los cartuchos alimentó otros, como que la harina de los cipayos se mezclaba con huesos de vaca y de cerdo o que su sal se contaminaba deliberadamente con sangre de cerdo y de vaca (la sal sí tenía un tinte rojo, pero este procedía de los sacos utilizados para transportarla). En resumen, la segregación de los hombres de los oficiales y la falta de comunicación entre ambos grupos estaba creando un polvorín de sospechas mutuas.

The Sepoy Mutiny of 1857
El Motín de los Cipayos de 1857
Simeon Netchev (CC BY-NC-SA)

Había otros descontentos además de los cipayos. En 1857 se produjo el colapso del Imperio mogol, que llevaba bastante tiempo desmoronándose y cuyas instituciones de gobierno en la India eran ya casi invisibles. Muchos de los estados principescos independientes de la India no estaban nada contentos con la Compañía, que en muchos lugares era el sucesor de los mogoles. Algunos príncipes se habían beneficiado de la contratación de ejércitos de la Compañía para sofocar sus propias rebeliones interiores y derrotar a sus vecinos, pero otros se vieron obligados a pagar a la Compañía "dinero de protección" en un sistema no muy alejado de la extorsión.

45 de los 74 regimientos cipayos del ejército de Bengala se rebelaron.

Otra grave polémica fue la política de la Compañía de apoderarse de los estados principescos siempre que pudiera. La doctrina de la caducidad, por la que se prohibía a los príncipes indios transmitir sus territorios a un hijo adoptivo cuando no tenían un heredero directo, fue uno de los métodos de adquisición, especialmente después de 1848, cuando el marqués de Dalhousie (1812-1860) se convirtió en gobernador general de la Compañía. Incluso las acusaciones de mal gobierno llevaron a algunos príncipes a perder el trono. La agresiva política expansionista de la Compañía hizo que varios estados principescos se unieran activamente al Motín de los Cipayos y que otros permanecieran neutrales.

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El pueblo de los estados principescos también sufrió. Desde el Acuerdo Permanente de Bengala de 1793, la Compañía se dedicaba a extraer impuestos de los pueblos que gobernaba, incluso en tiempos de crisis. Los indios no estaban contentos con el sistema de justicia y policía británicos que imponían estas obligaciones fiscales. Con la destitución de algunos príncipes, se perdió toda una red de empleo, especialmente de soldados y armeros. Los artesanos sufrieron la competencia de los productos importados por la Compañía, en particular los textiles fabricados en las grandes fábricas del norte de Inglaterra, y la Compañía dominó el negocio del índigo y el opio gracias a su monopolio comercial.

British Soldiers Looting during the Sepoy Mutiny
Soldados británicos saqueando durante el Motín de los Cipayos
Unknown Artist (Public Domain)

Lord William Bentinck (1774-1839), gobernador general de la Compañía desde 1828, fue conocido por sus reformas sociales y, sobre todo, por la abolición del sati (también conocido como suttee) en 1829. El sati es la costumbre de que una viuda hindú se sacrifique en la pira funeraria de su difunto marido. Puede que hubiera quienes se alegraran de ver el fin de este ritual, pero había otros igualmente preocupados porque otras prácticas culturales pudieran ser las siguientes en lo que se consideraba la continua "occidentalización" de la India por parte de la Compañía. Thomas Babington Macaulay (1800-1859), miembro del Consejo de la Compañía, que denigró el valor de la educación clásica india, sostenía que se debía educar a los indios en inglés y prepararlos para una vida servil en los rangos inferiores de la administración británica. La Compañía permitió la entrada de misioneros en la India a partir de 1833, y su presencia supuso otro ataque a la cultura india. El racismo institucional de la Compañía y el esnobismo de los británicos fueron causas adicionales, no insignificantes, de descontento.

Expansión de la rebelión

La chispa inicial que hizo estallar a los cipayos fue el castigo a uno de los suyos, Mangal Pandey (alias Pande), en marzo de 1857. Pandey había herido a un oficial europeo de la Compañía cerca de Calcuta, y por su crimen fue ejecutado. Tal vez fuera una cuestión de justicia, pero la indignación surgió de la decisión de azotar también a toda la compañía de cipayos de Pandey. Entonces, el 10 de mayo de 1857, los cipayos de la Compañía en Meerut se levantaron en armas. Protestaron por las sentencias de 10 años de prisión impuestas a 85 compañeros cipayos por negarse a usar cartuchos Enfield engrasados. Los amotinados mataron a sus oficiales británicos y luego se lanzaron al ataque. Como lamentó un amotinado: "Yo era un buen cipayo, y habría ido a cualquier parte por el servicio, pero no podía renunciar a mi religión" (James, 239). Los amotinados capturaron la cercana Delhi el 11 de mayo, asesinando a hombres, mujeres y niños europeos, así como a indios que se habían convertido al cristianismo.

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Los dirigentes de la Compañía no estaban preparados para el levantamiento, en el que los cipayos ascendieron al emperador mogol retirado Bahadur Shah II (1775-1862) como su líder. La rebelión se expandió espontáneamente por toda la India y llegó a involucrar no solo a los cipayos, sino también a los terratenientes, comerciantes y campesinos tanto hindúes como musulmanes. En Bengala fue donde la Compañía tuvo verdaderos problemas. De un total de 74 regimientos cipayos del ejército de Bengala, 45 se rebelaron. Como precaución, la Compañía disolvió o desarmó 24 de los 29 regimientos cipayos restantes. Los regimientos de caballería de Bengala también se amotinaron. Afortunadamente para los británicos, en los otros dos centros principales de la Compañía —Madrás y Bombay (Mumbai)— el primer ejército permaneció leal, y solo dos regimientos se rebelaron en el segundo.

British Executing Prisoners Using Cannons
Británicos ejecutando prisioneros usando cañones
Vasily Vereshchagin (Public Domain)

La causa de los cipayos fue asumida entonces por una serie de príncipes indios descontentos por el maltrato que recibían de la Compañía. La reina Rani Lakshmi Bai de Jhansi (1835-1858) y Nana Saheb, quien reclamaba el título maratha de Peshwa, fueron ejemplos de gobernantes que se levantaron en armas contra la Compañía. Algunos príncipes permanecieron leales a la Compañía, como los maharajás de Gwalior y Jodhpur (aunque algunas de sus tropas se amotinaron). Al mismo tiempo, la violencia, el saqueo y la extorsión generalizados convencieron a muchos indios más acomodados para que siguieran apoyando el gobierno de la Compañía en lugar de ver cómo sus negocios se hundían y las ciudades se sumían en el caos total. También hubo quienes trataron de mantenerse neutrales en la medida de lo posible.

La rebelión se siguió expandiendo con notable rapidez, ayudada por los agentes enviados con ese mismo fin y por nuevas personas que se unieron a ella tras comprobar el éxito de los rebeldes y la debilidad de los británicos. En muchos casos, además, los rebeldes no tenían nada que perder. La mayor parte del norte y del centro de la India estaba literalmente en armas, sobre todo en los valles del Ganges y del Narmada. Cuando la Compañía movilizó a las tropas leales, estallaron feroces combates en Banaras, Gwalior, Jhansi, Kampur y Lucknow. Hubo episodios menores de rebelión en Assam, Rajastán y Punjab. Para luchar contra los rebeldes, la Compañía empleó ahora los regimientos regulares del ejército británico, que normalmente contrataba, junto con tropas leales sijs y nuevos aliados como los gurkhas de Nepal. Delhi fue retomada el 18 de septiembre de 1857 tras una brutal batalla de seis días, y luego Kanpur y Lucknow en marzo de 1858.

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Las rebeliones fueron finalmente sofocadas en la primavera de 1858 por dos razones: la gran superioridad de recursos de la Compañía y la falta de coordinación entre los rebeldes en cuanto a mando y reivindicaciones. Los grupos particulares, aunque no estaban divididos por líneas religiosas, tenían sus propias quejas que querían atender, desde grandes planes como la reinstauración del emperador mogol hasta pequeños actos de venganza contra un odiado recaudador de impuestos local. Puede que todos estos grupos estuvieran de acuerdo en que querían que los británicos se marcharan de la India, pero no pudieron ponerse de acuerdo sobre quién los sustituiría. Al final, 40.000 soldados británicos enviados desde Europa decidieron el conflicto a favor de la Compañía. En junio de 1858, Lord Canning, gobernador general de la Compañía, anunció que la paz había sido restaurada y que la reina Victoria prometía una amnistía para los rebeldes, la garantía de los derechos de los príncipes indios y la tolerancia religiosa para todos.

Consecuencias

Las bajas fueron elevadas en ambos bandos, pero mucho más en el lado indio, como resume aquí Barrow:

Murieron 2600 soldados alistados británicos y 157 oficiales. Otros 8000 murieron por insolación y enfermedades, mientras que 3000 resultaron gravemente heridos. Las muertes de los indios a causa de la guerra y las hambrunas resultantes pueden haber alcanzado las 800.000.

(115)

Se cometieron atrocidades y masacres en ambos bandos contra el personal militar y los civiles en las ciudades y las zonas rurales. Hay innumerables casos documentados de encarcelamientos ilegales, torturas, violaciones, ejecuciones sin juicio y asesinatos contra hombres, mujeres y niños europeos e indios, y contra personas de todas las religiones. Este baño de sangre provocó, comprensiblemente, muchos resentimientos y recelos mutuos durante el siglo siguiente.

Después, la Compañía trató sin piedad a los líderes de la rebelión. Bahadur Shah II fue exiliado a Birmania, pero sus hijos fueron ejecutados. La reina Rani Lakshmi Bai murió en la batalla y otro destacado líder rebelde, el maratha Tantia Tope, fue ejecutado. Los británicos, por razones desconocidas salvo para ellos mismos, culparon a los musulmanes de la rebelión mucho más que a los hindúes, y los soldados británicos fueron a menudo culpables de tratar peor a los cautivos de la primera religión. Se produjeron tantos saqueos, tribunales "canguro" y ahorcamientos que incluso los directores de la Compañía tuvieron que emitir una resolución para que sus empleados mostraran más moderación. El historiador W. Dalrymple describe los miles de ahorcamientos y asesinatos por venganza como "probablemente el episodio más sangriento de toda la historia del colonialismo británico" (391).

El Estado británico, que ya no estaba impresionado con el gobierno de la Compañía en la India, dio el último paso en lo que había sido un proceso gradual de regulación y control para tomar finalmente la plena posesión de los territorios de la Compañía en la India el 2 de agosto de 1858. Para el Parlamento, la Compañía no tenía ni el derecho ni la competencia para emprender guerras en nombre del pueblo británico. El Motín de los Cipayos se tomó como una advertencia de que una compañía comercial que no tenía que responder ante nadie más que ante sus accionistas no podía ni quería gobernar a la gente mediante el consentimiento, el compromiso o la atención adecuada a la justicia.

La armada de la Compañía fue disuelta y, en junio de 1862, los nueve regimientos europeos de la Compañía fueron invadidos, aunque no fue hasta 1895 cuando los diversos ejércitos presidenciales de la Compañía restantes finalmente se unieron en un único Ejército Indio Británico. Este nuevo ejército tenía una proporción mucho mayor de soldados británicos que su predecesor.

El motín no llevó a los británicos a cuestionar lo que consideraban su derecho a colonizar la India, sino que les hizo buscar los errores que creían haber cometido en su gobierno colonial. Así comenzó lo que se denomina popularmente el Raj (gobierno) británico. El 1 de junio de 1874, el Parlamento disolvió formalmente la Compañía de las Indias Orientales. Los cipayos y los civiles indios que se habían unido a ellos se habían librado de un opresor para ser sustituido por otro, o más bien por el mismo pero con otra máscara. En 1877, la reina Victoria fue proclamada emperatriz de la India, y el dominio británico siguió exprimiendo los recursos que podía de la India hasta que se consiguió la independencia en 1947, un movimiento que se inspiró mucho en el motín de casi un siglo antes.

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Preguntas y respuestas

¿Qué fue el Motín de los Cipayos?

El Motín de los Cipayos o Motín de la India fue una rebelión fallida en la India en 1857-8 contra el gobierno británico de la Compañía de las Indias Orientales.

¿Qué causó el Motín de los Cipayos?

El Motín de los Cipayos fue causado por varios factores: los cipayos (soldados indios) descontentos con el pago y las condiciones, los príncipes enfadados con el gobierno de la Compañía de las Indias Orientales y el campesinado sobrecargado de impuestos.

¿Quién inició el Motín de los Cipayos?

El Motín de los Cipayos de 1857-8 en la India fue iniciado por soldados de la Compañía de las Indias Orientales (cipayos) descontentos con su salario y la discriminación institucional contra ellos y sus creencias religiosas. Los cipayos atacaron y mataron a sus oficiales en varias partes de la India y luego tomaron algunas ciudades como Delhi.

¿Cómo acabaron los británicos con el Motín de los Cipayos?

La Compañía Británica de las Indias Orientales derrotó a los rebeldes del Motín de los Cipayos de 1857-8 porque disponía de muchos más recursos, muchas de sus tropas indias (especialmente los sijs) permanecieron leales y se enviaron 40.000 soldados británicos desde Europa.

Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente en arte, arquitectura, así como en descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2022, octubre 18). Motín de los Cipayos [Sepoy Mutiny]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21108/motin-de-los-cipayos/

Estilo Chicago

Cartwright, Mark. "Motín de los Cipayos." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación octubre 18, 2022. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-21108/motin-de-los-cipayos/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Motín de los Cipayos." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 18 oct 2022. Web. 16 may 2024.

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