Marduk

Definición

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 09 diciembre 2016
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés
Dragon of the Ishtar Gate (by Jan van der Crabben, CC BY-NC-SA)
Dragón de la Puerta de Ishtar
Jan van der Crabben (CC BY-NC-SA)

Marduk era el dios patrón de Babilonia que presidía sobre la justicia, la compasión, la curación, la regeneración y la magia, aunque a veces también se habla de él como un dios de las tormentas y una deidad agrícola. Su templo, el famoso zigurat descrito por Heródoto, está considerado como el modelo de la Torre de Babel de la Biblia.

Los griegos lo relacionaron con Zeus y los romanos con Júpiter, ya que se lo conocía como el rey de los dioses babilonios. Se lo representa como un ser humano vestido de ropajes reales, con un dragón serpiente y una pala. Parece ser que Marduk se originó a partir de una deidad local llamada Asarluhi, un dios agrícola simbolizado por la pala, conocida como marru, que siguió siendo parte de su iconografía. Sin embargo, el nombre de Marduk, a pesar de estar vinculado a marru, se traduce como "becerro", aunque normalmente la gente se refería a él simplemente como Bel, "señor". Mucho más allá de la deidad local de la que surgió, Marduk llegaría a convertirse en uno de los dioses más prestigiosos del panteón mesopotámico.

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Era hijo del dios de la sabiduría Enki (también conocido como Ea y considerado un dios creador en algunos mitos), que estaba relacionado con el agua dulce, dadora de vida. La asociación de Marduk con Enki sin duda está relacionada con Asarluhi, una deidad regional anterior, que tenía la misma relación y compartía muchas de las características de Marduk. La esposa de Marduk era Sarpanitu (aunque en algunos mitos su esposa es Nanaya), la diosa de la fertilidad, y su hijo era Nabu, el dios patrón de los escribas, la alfabetización y la sabiduría.

De ser una deidad agrícola regional, Marduk fue adquiriendo cada vez más importancia para la ciudad de Babilonia (y después para los imperios asirio y neoasirio) y finalmente se convirtió en el dios más importante y poderoso de los panteones babilonio y mesopotámico, con un nivel de adoración que rozaba el monoteísmo. Estaba considerado el creador de los cielos y la tierra, el cocreador, junto con Enki, de los seres humanos y el origen del orden divino tras su victoria sobre las fuerzas del caos lideradas por el dios Tiamat, tal y como se cuenta en el Enuma Elish. Una vez hubo legitimado su gobierno, repartió a los demás dioses sus deberes y responsabilidades y organizó tanto el mundo como el inframundo.

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Marduk en el Enuma Elish

El mito de creación babilonio, el Enuma Elish, cuenta la historia del ascenso de Marduk al poder. En el principio de los tiempos, el universo era un caos homogéneo que se separó en agua dulce, conocida como Apsu (el principio masculino) y agua salada, conocida como Tiamat (el principio femenino). Estas dos deidades crearon a todos los demás dioses.

DE SER UNA DEIDAD AGRÍCOLA REGIONAL, MARDUK PASÓ A SER EL DIOS MÁS IMPORTANTE Y PODEROSO DEL PANTEÓN BABILÓNICO, LLEGANDO A UN NIVEL DE ADORACIÓN QUE ROZABA EL MONOTEÍSMO.

Tiamat amaba a sus hijos, pero Apsu se quejaba de que hacían mucho ruido y no lo dejaban dormir por las noches ni trabajar durante el día. Al final, decidió matarlos y Tiamat, horrorizada, le contó el plan a su hijo mayor, Enki. Enki pensó cuál sería la mejor manera de proceder, hizo caer a su padre en un sueño profundo y lo mató.

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Con los restos de Apsu creó su hogar, la tierra y la región pantanosa de Eridu. Tiamat nunca se habría esperado que su hijo matara a su padre, así que les declaró la guerra a sus hijos y convocó a las fuerzas del caos para que la ayudaran. A la cabeza de sus ejércitos colocó al dios Quingu, su nuevo consorte, que venció a los dioses más jóvenes en todas las batallas.

Enki y sus hermanos empezaban a desesperarse cuando el joven dios Marduk avanzó y dijo que él los conduciría a la victoria si antes lo proclamaban rey. Una vez hecho, Marduk derrotó a Quingu en combate singular y después mató a Tiamat con una flecha que la partió en dos. De sus ojos fluyeron el Tigris y el Éufrates y con su cadáver Marduk formó los cielos y completó la creación empezada por Enki en la tierra. En algunos mitos no se menciona a Enki y Marduk es el creador único del mundo. Tras consultar con Enki, Marduk creó a los seres humanos a partir de los restos de los dioses derrotados que habían animado a Tiamat a declararles la guerra a sus hijos. Quingu, derrotado, fue ejecutado y se usaron sus restos para crear al primer hombre, Lullu.

Mesopotamian Epic of Creation Tablet
Tablilla de la Epopeya de la Creación Mesopotámica
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Después, Marduk reguló el funcionamiento del mundo, que incluía a la humanidad como compañera de trabajo de los dioses contra las fuerzas del caos. A partir de entonces, decretó Marduk, los seres humanos harían el trabajo para el que no tenían tiempo los dioses, dejando a la divinidad libre para concentrarse en los propósitos más elevados y cuidar de las necesidades humanas. Al igual que se suponía que los dioses iban a cuidar de los seres humanos y cubrir todas sus necesidades, los seres humanos tendrían que respetar a los dioses y cumplir su voluntad, y Marduk reinaría sobre todos con benevolencia.

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El reinado de Marduk en Babilonia

Este reinado no tenía su centro en los cielos, sino en el templo de Babilonia, Esagila. En la Antigua Mesopotamia, en Egipto y en otros lugares, se creía que las deidades residían literalmente en los templos que les construían, y eso también ocurría con Marduk. Marduk se hizo importante en Babilonia durante el reinado de Hammurabi (1792-1750 a.C.). Antes de la elevación de Marduk, Inanna, diosa de la sexualidad y la guerra, era la deidad principal adorada en Babilonia y otros lugares por toda Mesopotamia. Después, aunque Inanna siguió siendo venerada ampliamente, Marduk pasó a ser la deidad suprema de la ciudad y su culto se extendió a medida que Babilonia fue conquistando otras regiones. El experto Jeremy Black escribe:

El ascenso del culto de Marduk está estrechamente relacionado con el ascenso político de Babilonia, que pasó de ser una ciudad-estado a ser la capital de un imperio. Desde el período casita, Marduk se fue haciendo cada vez más importante hasta que al autor de la epopeya de la creación babilonia le fue posible afirmar no solo que Marduk era el rey de todos los dioses, sino que muchos de ellos no eran más que aspectos de su persona. (128)

La estatua dorada de Marduk, albergada en el santuario interior del templo, se consideraba un aspecto vital de la coronación de los reyes. De hecho, el nuevo rey tenía que "tomar las manos de Marduk" para legitimar su mandato, una práctica que parece haberse iniciado durante el periodo casita (1595-1155 a.C.), cuando esta civilización convirtió Babilonia en su capital tras expulsar a los hititas.

Algunos estudiosos afirman que el nuevo rey tenía que tomar literalmente las manos de la estatua, y los textos de la Antigüedad sobre este tema parecen corroborar esta idea. Por otro lado, hay quienes dicen que "tomar las manos de Marduk" era una afirmación simbólica que se refería a someterse al consejo y la dirección del dios. No obstante, parece probable, de acuerdo con las evidencias escritas de la Antigüedad, que la estatua tuviera que estar presente en la ceremonia de sucesión de un gobernante nuevo y que el rey tuviera que tocar realmente las manos de la estatua.

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Votive Plaque Dedicating a Property to Nabu's Temple
Placa votiva que dedica una propiedad al templo de Nabu
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Profecía de Marduk

La importancia de la estatua queda atestiguada por una obra de la Antigüedad conocida como Crónica de Akitu, que habla de una época de guerra civil en la que el festival de Akitu, la celebración del año nuevo, no se pudo celebrar porque la estatua de Marduk no estaba en la ciudad. El día de año nuevo era costumbre que el pueblo paseara la estatua de Marduk por la ciudad y la llevara hasta una casa pequeña fuera de las murallas donde se podía relajar y disfrutar de un entorno diferente.

En aquellos momentos en los que las naciones hostiles se llevaban la estatua, el festival de Akitu no se podía celebrar porque el dios patrón de la ciudad no estaba presente. Además, el desastre era inminente cuando el dios no estaba en la ciudad, ya que no había nadie que se interpusiera entre el pueblo y las fuerzas del caos. La situación se representa claramente en un documento conocido como La profecía de Marduk (en torno a 713-612 a.C., aunque probablemente la historia es más antigua), que relata los "viajes" de Marduk cuando roban su estatua de la ciudad a lo largo de varias eras. El estudioso Marc van de Mieroop comenta:

La ausencia de la deidad patrona de una ciudad causaba una gran disrupción del culto [tanto de la deidad en sí como en la ciudad en general]. La ausencia de la divinidad no siempre era metafórica, sino que a menudo era el resultado de los robos a manos de enemigos de las estatuas de los cultos. Los ganadores de las guerras solían llevarse las estatuas divinas para debilitar el poder de las ciudades derrotadas. Las consecuencias eran tales que perder una estatua merecía documentarse en los textos historiográficos. Cuando la estatua de Marduk no estaba presente en Babilonia, no se podía celebrar el festival de año nuevo, un evento crucial en el culto anual. (48)

La profecía de Marduk relata que tanto los hititas como los asirios y los elamitas robaron la estatua de Marduk en un momento u otro y que finalmente fue devuelta a la ciudad cuando el rey Nabucodonosor I (que reinó de 1121-1100 a.C.) derrotó a los elamitas. El documento está escrito como si el propio Marduk hubiera elegido visitar estas tierras extrañas, excepto por Elam, y cómo la profecía decía que surgiría un gran rey babilonio que traería al dios de vuelta de los elamitas.

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Lo más probable es que La profecía de Marduk se escribiera como propaganda durante el reinado de Nabucodonosor I, aunque la única copia que queda es muy posterior, de la época asiria. Esta obra, al igual que la Crónica de Akitu entre otras, deja claro lo crucial que era para la gente la presencia de Marduk en la ciudad. Sin su protector divino el pueblo se sentía desprotegido porque sabía que tanto él como la ciudad serían vulnerables a los ataques.

Marduk el protector

Aunque a lo largo de toda la historia de la literatura mesopotámica se habla una y otra vez de Marduk, hay dos obras que dejan especialmente claro lo peligrosa que era la vida para una persona una vez que el dios desaparecía. El Ludlul-Bel-Nemeqi ("Loaré al señor de la sabiduría", en torno a 1700 a.C.) y la Epopeya de Erra (en torno a 800 a.C.) hablan de los problemas que sufre una persona específica y de los problemas de la ciudad respectivamente, y ambas obras dejan clara la necesidad de una deidad protectora.

El Ludlul-Bel-Nemeqi es un tratado del sufrimiento dedicado a por qué una persona buena ha de ser castigada aparentemente sin motivo. Esta obra se presenta como una larga queja de Tabu-utu-bel, un funcionario de la ciudad de Nippur, donde también se adoraba a Marduk. El hablante relata cómo le ha pedido ayuda a su diosa, pero esta no le ha respondido. Marduk, a lo lejos, intenta enviarle ayuda, pero nada puede aliviar su sufrimiento.

El hablante enumera todos los presentes con los que intenta ayudarlo Marduk, pero ninguno vale para nada y posiblemente sea porque Marduk no está cerca. El Ludlul-Bel-Nemeqi se ha comparado a menudo con el libro bíblico de Job porque examina el problema del sufrimiento y la ausencia aparente de dios. La obra nunca afirma abiertamente que Marduk haya abandonado a la persona, pero sin duda insinúa que Marduk está "lejos" y no puede mandar nada más que la escasa ayuda disponible.

Stela from Babylonian Marduk Temple
Estela del templo babilónico de Marduk
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

La Epopeya de Erra es una obra muy diferente en la que el dios de la guerra, Erra (también conocido como Irra o Nergal), se aburre y, tras sucumbir al letargo, cree que la única manera de desperezarse es atacar Babilonia. Los demás dioses le piden que abandone el plan, pero los ignora. Viaja a Babilonia, donde distrae a Marduk al decirle que tiene una apariencia descuidada y que debería prestarle atención a su atuendo.

Marduk protesta y dice que está demasiado ocupado, pero Erra le asegura que todo estará bien y que él, Erra, se hará cargo de la ciudad. Una vez que Marduk se ha marchado para que le hagan ropas nuevas, Erra destruye la ciudad y mata a la gente indiscriminadamente hasta que los demás dioses lo detienen y le piden cuentas (en algunas versiones es detenido al regreso de Marduk). Esta obra acaba con una alabanza a Erra, el dios de la guerra, que decidió perdonar un vestigio de la ciudad para que se pudiera repoblar.

Marduk el protector era tan importante para el sentido de seguridad y la identidad personal de Babilonia que cuando la ciudad se sublevó contra el gobierno persa en torno a 485 a.C., el rey persa Jerjes I (que reinó de 486-465 a.C.) primero hizo destruir la estatua y después saqueó la ciudad. Después de que Alejandro Magno derrotara a los persas del Imperio aqueménida en 330 a.C. hizo de Babilonia su capital e inició los trabajos para devolverle a la ciudad su antigua gloria, aunque murió antes de conseguirlo. La adoración de Marduk fue en declive poco a poco a medida que la ciudad fue perdiendo prestigio y poder. Para la época en que los partos gobernaron la región en 141 a.C., Babilonia era una ruina abandonada y Marduk había caído en el olvido.

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Preguntas y respuestas

¿Quién fue Marduk?

Marduk era el rey de los dioses babilonios que presidía sobre la justicia, la compasión, la curación, la regeneración, la magia y la ecuanimidad.

¿Por qué era importante Marduk?

Marduk derrotó a las fuerzas del caos y creó el orden. También creó a los primeros humanos y decretó la función adecuada de la vida humana. En Babilonia, su presencia, en forma de estatua, se consideraba esencial para la seguridad de la ciudad, la prosperidad y la sucesión de los reyes.

¿Dónde se puede ver la historia de la victoria de Marduk sobre el caos?

La victoria de Marduk sobre el caos se describe en el Enuma Elish, la historia babilónica de la creación.

¿Qué pasó con Marduk?

El culto a Marduk fue en declive tras la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. a medida que Babilonia fue perdiendo su antiguo prestigio.

Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2016, diciembre 09). Marduk [Marduk]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-919/marduk/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Marduk." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación diciembre 09, 2016. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-919/marduk/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Marduk." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 09 dic 2016. Web. 27 abr 2024.

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