Comercio en el antiguo Egipto

Artículo

Joshua J. Mark
por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 15 junio 2017
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés

El comercio ha sido siempre un aspecto fundamental de cualquier civilización ya sea a nivel local o internacional. A pesar de los muchos productos que pueda tener uno, ya sea como individuo, como comunidad o como nación, siempre habrá algo que falte y que habrá que adquirir mediante el comercio. El antiguo Egipto era un país rico con muchos recursos naturales, pero aun así no era autosuficiente y dependía del comercio para procurarse bienes necesarios y productos de lujo.

El comercio empezó en el período Predinástico en Egipto (en torno a 6000 - en torno a 3150 a.C.) y continuó hasta el período romano (30 a.C. - 646 d.C.). Durante la mayor parte de su historia, la economía del antiguo Egipto funcionó con un sistema de trueque y carecía de dinero. La economía basada en el dinero no se instituyó en el país hasta la invasión persa de 525 a.C. Antes, el comercio funcionaba mediante el intercambio de bienes y servicios basado en un estándar de valores que ambas partes consideraban justo.

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Ancient Egyptian Weight of One Deben
Peso de un deben en el antiguo Egipto
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

Los bienes y servicios se valoraban sobre una unidad conocida como deben. Según el historiador James C. Thompson, el deben "funcionaba igual que el dólar en Norteamérica hoy en día de manera que los clientes sabían el precio de las cosas, excepto que no existía una moneda de deben. (Economía egipcia, 1). Un deben equivalía "aproximadamente a 90 gramos de cobre; los artículos que eran muy caros también se tasaban en deben de plata u oro con cambios proporcionales de valor" (ibid). Si un rollo de papiro constaba un deben, y un par de sandalias también valían un deben, entonces se podían intercambiar las sandalias por el papiro en un comercio justo. De la misma manera, si tres jarras de cerveza costaban un deben y un día de trabajo se tasaba en un deben, entonces tres jarras de cerveza eran una paga justa por un día de trabajo.

Del comercio local al internacional

El comercio empezó entre el Alto y el Bajo Egipto, y entre los diferentes distritos de ambas regiones, antes de la unificación en torno a 3150 a.C. Para la época de la Dinastía I de Egipto (en torno a 3150 - en torno a 2890 a.C.) el comercio con Mesopotamia ya llevaba tiempo establecido. La Dinastía I de reyes estableció un gobierno central fuerte en la capital de Menfis y la burocracia se desarrolló poco después para lidiar con los detalles del gobierno de un país, incluido el comercio con los países vecinos. Mesopotamia fue uno de los primeros socios comerciales de Egipto, cuya influencia en el desarrollo del arte, la religión y la cultura han destacado, discutido y debatido muchos eruditos diferentes a lo largo del último siglo. Sin embargo, resulta evidente que una cultura mesopotámica anterior, especialmente la sumeria, tuvo un impacto importante en el desarrollo cultural de Egipto.

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El arte primitivo egipcio, por citar un solo ejemplo, es evidencia de esta influencia. La egiptóloga Margaret Bunson destaca la famosa Paleta de Narmer de la Dinastía I, que "con su representación de monstruos y serpientes entrelazadas de cuellos largos es un diseño distintivamente mesopotámico" (267). Bunson también apunta que se han encontrado mangos de los cuchillos y sellos de cilindro de Mesopotamia en Egipto que datan aproximadamente del mismo período y cuyos diseños utilizarían posteriormente los artesanos egipcios.

Para la época de la Dinastía I ya había comenzado el comercio internacional con las regiones de Levante, Libia y Nubia. Egipto tenía una colonia de comercio en Canaán, varias en Siria e más aún en Nubia. Los egipcios ya habían pasado de construir botes de caña de papiro a barcos de madera, que se enviaban regularmente al Líbano a por madera de cedro. La ruta por tierra a través del Wadi Hammamat discurría desde el Nilo hasta el mar Rojo con los productos atados y apilados a lomos de burros.

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UNO DE LOS CENTROS DE COMERCIO MÁS IMPORTANTES EN NUBIA SE MENCIONA EN LOS TEXTOS EGIPCIOS COMO YAM, UNA FUENTE DE MADERA, MARFIL Y ORO.

Aunque muchos de estos acuerdos comerciales se lograban mediante la negociación pacífica, algunos se establecieron mediante campañas militares. El tercer rey de la Dinastía I, Djer, (en torno a 3050-3000 a.C.) condujo un ejército contra Nubia y así se aseguró varios centros de comercio importantes. Nubia era rica en minas de oro y, de hecho, su nombre procede de la palabra egipcia para oro, nub. Los reyes posteriores siguieron manteniendo una fuerte presencia egipcia en la frontera para garantizar la seguridad de los recursos y las rutas comerciales. Jasejemuy, el último rey de la Dinastía II de Egipto (en torno a 2890 - alrededor de 2670 a.C.), lideró campañas en Nubia para aplastar rebeliones y asegurar los centros de comercio, y sus métodos se convertirían en el estándar para los reyes posteriores.

Uno de los centros de comercio más importantes en Nubia se menciona en los textos egipcios como Yam. Durante el Imperio Antiguo (en torno a 2613-2181 a.C.), Yam se cita como una fuente de madera, marfil y oro. Se desconoce la ubicación exacta de Yam, pero se cree que debía de encontrarse en algún lugar de la zona del tramo de Shendi del Nilo, en el actual Sudán.

Yam siguió siendo un centro de comercio importante durante el Imperio Medio (2040-1782 a.C.), pero después desaparece del registro histórico y se sustituye por otro llamado Irem para la época del Imperio Nuevo (en torno a 1570 - alrededor de 1069 a.C.). El período del Imperio Nuevo fue la época de esplendor de Egipto, que es cuando el comercio fue más lucrativo y contribuyó a la riqueza necesaria para construir monumentos como el Templo de Karnak, los Colosos de Memnón y el templo mortuorio de Hatshepsut.

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Hatshepsut organizó la célebre expedición a Punt (la actual Somalia), que llevaría de vuelta barcos enteros de productos de valor, tales como árboles de incienso, pero este tipo de beneficio procedente del comercio no era nada nuevo. El comercio iniciado durante el Imperio Antiguo había ayudado a financiar las pirámides de Guiza y un sinnúmero más de monumentos. La diferencia entre el comercio del Imperio Antiguo y el del Imperio Nuevo era que el del Imperio Nuevo estaba mucho más interesado en productos de lujo y, cuanto más conocían, más querían.

Bienes de comercio

La clase de productos con los que se comerciaba variaban de una región a otra. Egipto tenía grano de sobra, y durante la época romana se convertiría en el "granero de Roma", pero carecía de madera, metal y otras piedras preciosas necesarias para fabricar amuletos, joyas y otro tipo de decoraciones. Los esclavos extraían el oro principalmente en Nubia, y los reyes vecinos de Egipto enviaban cartas a menudo para solicitar cantidades enormes de este metal. Los viajes a Nubia no siempre eran fáciles. Yam se encontraba muy al sur, y las caravanas tenían que enfrentarse a la amenaza de los bandidos, a los gobernadores regionales y los peligros naturales, tales como inundaciones o tormentas de viento.

Hellenistic Trade Routes, 300 BCE
Rutas helénicas comerciales, 300 a. C.
Jan van der Crabben (CC BY-NC-SA)

Las expediciones mejor documentadas a Yam proceden de la tumba de Harkhuf, gobernador de Elefantina, que hizo cuatro viajes durante el reinado de Pepi II (2278-2184 a.C.). En uno de los viajes, cuenta, llegó solo para descubrir que el rey se había marchado a la guerra a otra región y tuvo que traerlo de vuelta, ofreciéndole muchos regalos y agasajos, para poder conseguir los productos a por los que le habían enviado. En su viaje más famoso, Harkhuf regresó con un bailarín enano, que emocionó tanto al joven rey que este le dio la orden de mantener al enano a salvo a cualquier precio y de apresurarse de vuelta al palacio. La lista dice, en parte:

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Ven al norte a la corte inmediatamente: [...] Traerás este enano contigo, y vendrá vivo, próspero y sano de la tierra de los espíritus, para las danzas del dios, y para llenar de dicha el corazón del rey del Alto y el Bajo Egipto, Neferkare, que vive para siempre. Cuando entre contigo en al barco, nombra gente excelente, que esté con él a cada lado del barco; cuida que no se caiga al agua. Cuando duerma por la noche, nombra gente excelente, que duerma con él en su tienda e inspeccione diez veces por noche. Mi majestad desea ver a este enano más que los presentes de Sinaí y de Punt. Si llegas a la corte con este enano vivo contigo, próspero y sano, mi majestad hará por ti algo mayor que lo que se hizo por el tesorero del dios Burded en la época de Isesi, según el deseo del corazón de mi majestad de ver al enano. (Lewis, 36)

En enano bailarín de Pepi II no es más que un ejemplo de los artículos de lujo del Imperio Antiguo. A diferencia de lo que dicen algunos estudiosos, el comercio en Egipto no progresó de lo práctico a lo lujoso, sino que se mantuvo bastante consistente en cuanto a productos importados y exportados. La única razón por la que el Imperio Nuevo siempre se señala por el lujo es que Egipto estaba en contacto directo con más países durante esta época que en épocas anteriores; no porque el Imperio Nuevo fuera de repente más consciente de los productos de lujo. Sin embargo, no hay duda de que el comercio egipcio del Imperio Nuevo era más eficiente y abarcaba más terreno que en épocas anteriores y que los productos de lujo se volvieron más disponibles y deseables. Bunson describe el comercio en egipcio en esta época de la siguiente manera:

Las caravanas se trasladaban a través de los oasis del desierto libio y se enviaban a los dominios del norte del Mediterráneo. Se cree que en esta época Egipto comerciaba con Chipre, Creta, Cilicia, Jonia, las islas del Egeo y puede que incluso con la Grecia continental. Siria siguió siendo un destino popular para las flotas y las caravanas comerciales, donde los productos sirios se unían a los procedentes de las regiones del Golfo Pérsico. Los egipcios recibían madera, vinos, aceites, resinas, plata, cobre y ganado a cambio de oro, lino, papel de papiro, artículos de cuero y grano. (268)

El papiro que se enviaba a Biblos, en el Levante, se procesaba para hacer papel, que después usaba toda la gente de Mesopotamia y las zonas colindantes. De hecho, la asociación de Biblos con la elaboración de libros es el origen de la palaba "Biblia". El comercio egipcio en el Levante estaba tan ampliamente establecido que los arqueólogos posteriores pensaron que había varias colonias egipcias cuando, en realidad, lo único que demostraron sus descubrimientos fue lo populares que eran los artículos egipcios entre los habitantes de la región.

Incentivos comerciales y protección

No había ningún incentivo del gobierno para el comercio porque el rey era dueño de toda la tierra y todo lo que producía; al menos en teoría. El rey estaba elegido y santificado por los dioses que lo habían creado todo y servía como mediador entre los dioses y el pueblo; por lo tanto, estaba reconocido como el guardián legítimo de la tierra. Sin embargo, en la práctica, desde la época del Imperio Antiguo en adelante, los sacerdotes de los diferentes cultos, especialmente los de Amón, eran dueños de grandes áreas de terreno que estaban libres de impuestos. Como no había ninguna ley que prohibiera a los sacerdotes dedicarse al comercio, y todos los beneficios iban a parar al templo en vez de a la corona, a menudo estos sacerdotes vivían tan bien como la realeza.

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No obstante, la mayor parte de lo que se producía en las granjas a lo largo del Nilo se consideraba propiedad del rey y se enviaba a la capital. Una parte de esta producción se volvía a enviar de vuelta al pueblo mediante los centros de distribución y otra parte se usaba en el comercio. El egiptólogo Toby Wilkinson destaca:

La producción agrícola recolectada como ingresos gubernamentales se tratada de dos maneras. Una proporción iba directamente a los talleres estatales para la manufactura de productos secundarios: del ganado se sacaba sebo y cuero, por ejemplo, o carne de los cerdos, lino procesado de las plantas, pan, cerveza o cestas. Después, algunos de estos productos de mayor valor se vendían o intercambiaban para sacar beneficio, con lo que se producían mayores ingresos para el gobierno; otros se distribuían como pago para los empleados estatales, de manera que se financiaban la corte y sus proyectos. El resto de la producción agrícola, principalmente grano, se almacenaba en los graneros del Estado, que probablemente estaban distribuidos por todo Egipto en centros regionales importantes. Parte de este grano almacenado se usaba en crudo para financiar las actividades de la corte, pero una gran parte se guardaba como enseres de emergencia que se usaban en caso de una mala cosecha para ayudar a prevenir las hambrunas generalizadas. (46)

Era responsabilidad del rey cuidar de su pueblo y de la tierra y mantener el principio de ma'at (armonía). Si la tierra producía de manera abundante y había suficiente comida para todo el mundo, además de excedentes, se consideraba que el rey lo estaba haciendo bien; si no, los sacerdotes intervenían para determinar qué era lo que había salido mal y qué había que hacer para recuperar la buena voluntad de los dioses.

No obstante, los egipcios no dependían únicamente de la protección sobrenatural para llevar el país o dedicarse al comercio internacional. Se enviaban guardias armados para proteger las caravanas gubernamentales y, durante el Imperio Nuevo de Egipto, había un cuerpo de policía que vigilaba los cruces fronterizos, recaudaba peaje, protegía a los recaudadores de peajes y cuidaba de los comerciantes que iban y venían de las ciudades y los pueblos. Las escoltas armadas que acompañaban a las caravanas presentaban un gran poder de disuasión contra el robo. Harkhuf relata que, al regresar de uno de sus viajes a Yam, fue detenido por un jefe tribal que al principio parecía decidido a robarle los productos que llevaba. Sin embargo, al ver el tamaño de su escolta armada, le dio muchos regalos finos, toros incluidos, y lo guio para proseguir su camino.

Silver Ingots from Syria
Lingotes de plata de Siria
Osama Shukir Muhammed Amin (Copyright)

El robo de bienes suponía una pérdida importante para el organizador de la expedición, lo que sería el "hombre de negocios", no el mercader que llevaba realmente a cabo el comercio. Si robaban a un comerciante, este le podía pedir justicia a las autoridades de la región por la que pasaba, pero puede que no siempre recibiera lo que creía justo. Un ciudadano de la región tenía que identificar al ladrón para que el gobernante se hiciera responsable, e incluso en ese caso si el ladrón lograba escapar el rey no tenía obligación de compensar al mercader.

Esta clase de situación se describe al detalle en la obra literaria El informe de Wenamun (en torno a 1090-1075 a.C.), que cuenta la historia de las aventuras de Wenamun en una expedición comercial para comprar madera para el barco de Amón. Uno de sus propios hombres le roba en el puerto y, cuando informa al gobernador del robo, le dice que no se puede hacer nada porque el ladrón no es un ciudadano. El príncipe le aconseja a Wenamun que se quede unos días mientras buscan al ladrón, pero no puede hacer nada más.

En el caso de Wenamun, aprovecha al máximo la situación y lo que hace es robarle a otra persona, pero normalmente un mercader regresaría a la agencia que financiaba la expedición y explicaría lo ocurrido. Si aceptaban su historia, no se culpaba al mercader; si parecía que estaba contando una mentira, entonces se presentarían cargos. En cualquier caso, la persona o la agencia dueña de los productos para el comercio sufría la pérdida, no la persona que realizaba la transacción en su nombre. Por supuesto, nadie querría acabar con fama de perder productos, por lo que los mercaderes que no trabajaban para el comercio patrocinado por el gobierno, que normalmente contaba con un destacamento de soldados, solían contratar guardias armados, lo que constituía otro coste que habría que tener en cuenta a la hora de comerciar.

Sin embargo, independientemente de los peligros y los gastos, nunca hubo una época en la que el comercio disminuyera en Egipto, ni siquiera en los períodos en los que el gobierno central era débil. Durante los llamados períodos intermedios, los gobernadores individuales de cada distrito representaron al agente gubernamental y mantuvieron las relaciones necesarias y las rutas que permitían el comercio. El informe de Wenamun, a pesar de ser ficción, representa de manera realista cómo funcionaban las asociaciones comerciales en la Antigüedad.

Poco después de que se escribiera Wenamun, se estableció en Egipto la ciudad griega de Náucratis, que llegaría a ser el centro de comercio más importante del país, así como una de las más cruciales del Mediterráneo hasta que Alejandría la eclipsó. Grecia, Egipto y otras naciones comerciaban con bienes, pero también intercambiaban creencias culturales a través de ciudades como Náucratis y de las rutas terrestres y marítimas, y, en consecuencia, el comerció amplió y elevó a todas las naciones que participaron de maneras mucho más importantes que la simple transacción económica.

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Sobre el traductor

Rosa Baranda
Traductora de inglés y francés a español. Muy interesada en la historia, especialmente en la antigua Grecia y Egipto. Actualmente trabaja escribiendo subtítulos para clases en línea y traduciendo textos de historia y filosofía, entre otras cosas.

Sobre el autor

Joshua J. Mark
Joshua J. Mark es un escritor independiente y antiguo profesor de filosofía a tiempo parcial en el Marist College de Nueva York. Vivió en Grecia y Alemania y ha viajado por Egipto. Ha sido profesor universitario de historia, escritura, literatura y filosofía.

Cita este trabajo

Estilo APA

Mark, J. J. (2017, junio 15). Comercio en el antiguo Egipto [Trade in Ancient Egypt]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1079/comercio-en-el-antiguo-egipto/

Estilo Chicago

Mark, Joshua J.. "Comercio en el antiguo Egipto." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. Última modificación junio 15, 2017. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1079/comercio-en-el-antiguo-egipto/.

Estilo MLA

Mark, Joshua J.. "Comercio en el antiguo Egipto." Traducido por Rosa Baranda. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 15 jun 2017. Web. 27 abr 2024.

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